Los gnocchi o ñoquis son, literalmente y como su propio nombre indica (del singular italiano «gnocco»), bolitas de masa hervidas. Habitualmente, estas bolitas son formadas a base de patata y harina, pero tal y como observamos en esta receta, también podemos elaborarlas con otros ingredientes como la calabaza, dando lugar, así, a unos gnocchi más nutritivos, tiernos y llamativos.
Éste es un clásico de la cocina italiana con origen en el siglo XVIII y del que, sin duda, podemos afirmar que es el plato de «pasta» más fácil de elaborar, ya que además de no precisar de muchos ingredientes, su proceso es de lo más sencillo.
Su creación es fruto de la necesidad, pues hasta su invención, se solían consumir los denominados zanzarelli y malfatti realizados a base de harina de trigo, pero en el año 1880, los campesinos italianos sufrieron la subida del precio de ésta debido al aumento de las tasas que los señores feudales impusieron para poder moler el trigo. Esto hizo aflorar el ingenio de los aldeanos, llevándoles a probar a cocinar con puré de patatas, que les permitía hacer elaboraciones con la menor cantidad de harina de trigo posible gracias a la cohesión que otorga el almidón de la patata.
Dado que son un alimento hecho con ingredientes muy baratos, se hizo habitual consumirlos el día 29 de cada mes, pues resultaban ideales para cuando el dinero, al igual que el mes, iba llegando a su fin.
Estos gnocchi de calabaza son ideales para beneficiarnos de los nutrientes de esta rica hortaliza y de su ventajosa calidad nutricional frente a la de la patata, y al no contener huevo, nos permite disfrutar de unos gnocchi suaves, ligeros y libres de colesterol.
Además, como no contienen gluten, son aptos también para personas celíacas y con intolerancia al gluten o para aquellas que simplemente buscan reducir su ingesta.
La manera más deliciosa de consumirlos es con una sabrosa salsa, como un pesto rosso o un pesto alla genovese con parmesano de anacardo espolvoreado por encima.
Así, a nivel nutricional, estos gnocchi no sólo son libres de gluten y colesterol sino que también son ricos en carotenos, fibra, cumarinas, licopeno, carbohidratos, vitaminas C, E, K y del grupo B (B1, B2, B3, B6y B9 o ácido fólico), calcio, cobre, fósforo, hierro, magnesio, potasio, sodio y zinc.
A continuación podéis ver qué ingredientes necesitáis y los pasos a seguir para poder realizar esta popular receta con fama de atraer prosperidad a quien la consume.
Grado de dificultad | Tiempo de preparación | Raciones |
Fácil | 1 h. | Para 2 personas |
Ingredientes
- 500 gr. de calabaza
- 40 gr. de harina de arroz integral
- 75 gr. de almidón de maíz
- 1/2 cucharadita de sal
- 1/4 cucharadita de pimienta
- 1 pizca de nuez moscada
Preparación
- Ponemos a precalentar el horno a 175º y, mientras, pelamos, lavamos y troceamos la calabaza.
- Ponemos la calabaza troceada en una fuente apta para horno y la horneamos a 175º durante 30 minutos, hasta que esté bien seca, con cuidado de que no se queme.
- Una vez horneada la calabaza, la pasamos por un pasapurés para que no queden grumos y la trasladamos a un bol amplio.
- En otro bol, mezclamos la harina de arroz, el almidón de maíz, la sal, la pimienta y la nuez moscada. Una vez bien integrados los ingredientes, vamos echando la mezcla poco a poco en el bol donde tenemos la calabaza y amasamos. Continuamos echando mezcla de harina y almidón justo hasta que veamos que la masa tiene buena consistencia y ya no se nos engancha en las manos.
- Sobre una superficie limpia, espolvoreamos un poco de harina de arroz y vamos cogiendo porciones de masa del bol, las hacemos rodar sobre sí mismas y formamos cilindros alargados de 1,5 cm. de grosor, aproximadamente.
- Con un cuchillo, cortamos los cilindros en trocitos de 1,5 cm., aproximadamente; pasamos los extremos de cada uno de ellos por harina de arroz, eliminamos el exceso de ésta que puedan tener y los hacemos rodar sobre la cara interna de un tenedor para hacer las hendiduras características.
- En una olla, ponemos agua a calentar y, cuando ésta empiece a hervir, vamos echando los gnocchi por tandas. Dejamos que se hagan durante 2 o 3 minutos y, cuando empiecen a flotar, los sacamos con la ayuda de una espumadera. Los ponemos a escurrir en un escurridor y, cuando estén bien escurridos, los servimos con la salsa que queramos.
Notas
- La cantidad de agua que contiene la calabaza puede variar de una a otra, por lo que si pasados los 30 minutos de horneado, aún sigue algo húmeda, habrá que dejarla unos minutos más hasta que esté bien seca, vigilando que no se queme.
- Si al ir añadiendo la mezcla de harina y almidón de maíz a la calabaza, veis que la masa ya está lo suficientemente consistente sin haber echado el total de la mezcla, no es necesario que la echéis toda, ya que si os pasáis, puede quedar una masa demasiado seca y estropear la textura suave de los gnocchi.
- Si por el contrario, tras echar toda la mezcla de harina de arroz y almidón de maíz a la masa, veis que ésta aún está demasiado húmeda, podéis echar un poco más de mezcla para que gane consistencia, manteniendo las proporciones de harina y almidón.
- Al estar realizados con ingredientes sin gluten, estos gnocchi son un poco más difíciles de manejar que los realizados con harina de trigo, por lo que, aunque lo ideal es que tengan las estrías que los caracterizan para que queden bien impregnados de la salsa con la que los sirváis, podéis prescindir de ellas u optar por marcarlos únicamente un poco con la parte trasera del tenedor si así os resulta más fácil.
- Si queréis, podéis hacer gnocchi más pequeños para poder emplearlos en platos de sopa.
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